martes, 22 de mayo de 2007

Alleinsein

Siempre es rico estar solo, hasta que llega la hora de dormir.

Cuando uno se acostumbra a sentir la respiración del otro al lado, cuando no hay a quién montarle la pierna encima, cuando el brazo no encuentra nada del otro lado de la cama, cuando no hay respuesta al dar las buenas noches, cuando no hay a quién despertar con abrazos, cuando no hay nadie que te pida que no te pares y que sigas durmiendo un poco más a su lado. Cuando todo esto falta, ya deja de valer la pena el poder cocinar lo uno quiera, el poder ver los canales que a uno le gustan y el poder perder el tiempo en internet.

Es fácil y divino estar con uno mismo, pero es más fácil y más rico acostumbrarse a compartir la vida con otra persona.

3 comentarios:

Los Pontes dijo...

A ver, no pasa nada, Juan vuelve manana de su viaje y mis horas de sueno volverán a la normalidad.

©Lorena Miranda Márquez dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
©Lorena Miranda Márquez dijo...

Kiwi :)!
Cómo se nota que te hace falta el Juancito!!!

Que bonito tu post, cuando Juan(c)ito (jijijiji!) lo vea me imagino que le va a gustar muchísimo!

Pero bueno, como tu misma dices :)! Ya mañana estará contigo en casita y los dos podrán dormir con normalidad!

Los quiero mucho!
El Coquito!!!